La Oficina de Violencia Doméstica adaptó su sistema de atención a estrictos protocolos de seguridad e higiene

Las medidas se tomaron desde el inicio de la cuarentena según las indicaciones del comité de expertos en bioseguridad del Cuerpo Médico Forense de la CSJN


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8 de mayo de 2020

La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), a cargo de la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dra. Elena Highton de Nolasco, ha incorporado estrictos protocolos de seguridad e higiene para prevenir situaciones de riesgo y proteger tanto al personal que cumple funciones de manera presencial como a quienes acuden a la institución.

Las medidas adoptadas surgieron de recomendaciones y protocolos elaborados por un comité de expertos y especialistas en bioseguridad del Cuerpo Médico Forense del máximo tribunal, que acompaña a la oficina en cada fase de la pandemia.

Las primeras medidas se tomaron a principios del mes de marzo. La Cámara Civil facilitó a la OVD una sala de espera en la planta baja de Lavalle 1220, para cumplir con la debida distancia entre las personas.

La Corte Suprema proveyó, por pedido de la oficina, insumos de prevención y protección para sus profesionales (barbijos, termómetros infrarrojos, alcohol en gel, guantes descartables y alfombras sanitizadas, entre otros).

Se colocaron acrílicos en los puestos de admisión para la atención al público y se implementó un protocolo de protección e higiene para la entrevista con el personal médico y los equipos interdisciplinarios.

El servicio médico de la oficina diseñó un protocolo de contingencias para la detección de casos sospechosos.

Asimismo, se intensificó el servicio de limpieza y se solicitó su ampliación horaria, ya que la OVD es la única dependencia judicial que permanece abierta las 24 horas, de manera ininterrumpida, todos los días, inclusive fines de semana y feriados.

Servicio las 24 horas

A fin de garantizar el servicio, se habilitó una dotación de personal suficiente de acuerdo con las diversas circunstancias personales de funcionarios/as y empleados/as (edad, lugar de residencia, cuidado de niños/as en el hogar, antecedentes de salud, etc.).
Si bien el personal de la oficina se redujo considerablemente porque muchos pertenecen a grupos de riesgo, se logró garantizar el servicio durante las 24 horas y se modificaron los criterios de admisión, que se adecuaron al contexto de crisis.

Estas son algunas de las medidas adoptadas frente a la situación excepcional que está viviendo nuestro país y que permiten continuar con la labor y, al mismo tiempo, preservar la seguridad de nuestras/os trabajadoras/es.